martes, 19 de julio de 2016

#61 - Cada uno es un maestro, hermano y par en el camino

Franco Cornacchione
Córdoba



¿Qué te acercó a la música?
Vengo de una familia de artistas. Mi madre se dedica a las artes plásticas, mi padre es músico, así que siempre sobró todo tipo de crisol de músicas y se compartió mucho arte en general en casa. Desde ese lugar es que siempre me interesó mucho investigar en los sonidos y tocar todo tipo de instrumentos.

¿Cuáles fueron tus primeras incursiones?
Lo primero que apareció fue un juguete de una empresa de tecnología re conocida de los noventas, que tenía sonidos de animales, batería y un pequeño micrófono, lo más groso es que tenías la posibilidad de grabarte con un reproductor y grabador de casete. Ahí grabé mis primeros ritmos con melodías arriba. Después apareció la guitarra criolla de la familia y la batería.

¿Tenés una metodología de composición y trabajo?
Me encanta jugar mucho. Usar todo tipo de instrumentos y recursos; que ellos me vayan sugiriendo las ideas. También me gusta mucho cantar sobre ritmos de batería o solo, e ir bajando las ideas a la computadora y desde ahí armar la canción como una pintura. A la par, voy estudiando todo lo que me parece interesante para poder conseguir esas ideas que nacen desde lo lúdico. 

¿Cuál es el momento más placentero del proceso musical?
Me encanta todo lo que tenga que ver con los procesos musicales, cada uno tiene su magia y su aprendizaje. Mas si tengo que elegir uno, elijo el momento de compartirla, ya sea cantando una canción con la guitarra, tocando en un escenario o escuchando una canción. 

¿De qué hablan tus canciones?
Las canciones hablan de la magia de la vida, del amor, los espejos. De estar más cerca de uno mismo. De salir de las cajas y patrones clásicos, de la libertad e igualdad para cada ser. De estar Juntos. 

¿Qué esperás que pase con tus canciones?
Que viajen mucho y brinden calor.

¿Cuándo empezaste tu camino solista y por qué?
Empecé de chico, siempre escribía letras cuando estaba aburrido en el colegio o agarraba la viola de mi viejo y me ponía a improvisar cosas. Durante un tiempo me mudé de provincia y ahí empecé a darle forma a las canciones, elegí seis y arme un EP que podría verse como el botellazo en la proa del barco. Mas siempre preferí compartir mis canciones en bandas o proyectos de los que formo parte. 

¿Cómo ves la escena musical?
La veo muy rica y próspera. Hay muchos proyectos hermosos, nuevas productoras súper serias, muchos sueños con ganas de cumplirse y muchos artistas con ganas de expresarse y compartir su vida desde ahí. 

¿Con que músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Con cada uno de los que escucho o comparto música. Cada uno es un maestro, hermano y par en el camino. 

¿Encontrás alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
Me gusta mucho la música de Córdoba y creo que lo más lindo que encuentro en los músicos que voy a escuchar es que cada uno tiene propia identidad. A su vez, todos son inquietos y están buceando muchos estilos y formas de hacer música. 

¿Un disco?
Estamos, de Jenny Nager.

¿Una canción?
“Imán”, de Mariano Víctor Cocimano.

¿Una frase?
“La verdad no sabe de enemigos, cuando la historia habla es por amor a la libertad”.

¿Un espacio?
La Montaña y la naturaleza en general.

¿Con quién continuamos?
Mariano Darío Cocimano →

EL MÚSICO POR SU CANCIÓN: “DESATINO”

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